El veterano, Miguel Ángel Britez vivía en la indigencia en Tacuarembó. Lo encontraron herido y varios días después lograron identificarlo. No tiene ningún tipo de documentación. Sus hermanos y algunos camaradas lo esperaron en el Aeropuerto Fernando Piragine Niveyro.
Finalmente y luego de un sinfín de padecimientos, el ex combatiente Miguel Ángel Brítez arribo hoy a Corrientes, su suelo natal. Al reencontrarse con sus hermanos Susana, Antonio y Esteban Encina las lágrimas brotaban incesantemente. Sollozando contó a sus parientes sus tormentos quienes a su mismo tiempo narraron todo en un breve lapso hasta que fue trasladado desde el Aeropuerto Fernando Piragine Niveyro.
Una de sus hermanas, Susana Encinas en el Hospital Escuela “General San Martin” – lugar al que fue trasladado dado su cuadro clínico- contó a época. com que su hermano está en buenas condiciones y todo el tiempo consciente. Mientras tanto, fuera del nosocomio, todos están a la espera del primer parte médico para conocer más de su situación.
El presidente del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Corrientes, José Galván, notablemente conmovido por el regreso de Britez, destacó que “sentí mucha emoción al ver este reencuentro con la familia. Gracias a Dios él (por Miguel Ángel Britez) está lúcido, aunque tiene serios problemas psicológicos y está desnutrido porque, como se sabe, lo habían encontrado en un basural, tirado. Lamentablemente fue caótica su vida en estos 30 años, pero afortunadamente ya está en su tierra”, dijo en alusión al soldado de Marina.
Por su parte, uno de los hermanos del ex combatiente, Esteban Encina, transmitió ser parte de una gran emoción por el reencuentro con su hermano, al que no veía desde hace más de 30 años. “Estamos muy emocionados y muy contentos”, dijo en nombre de sus hermanos.
La aparición de Britez comienza cuando fue encontrado en la ciudad uruguaya, después de tres décadas sin que la familia supiera nada de él. La última vez que lo vieron fue en la zona rural de Itatí, dos semanas después de haber regresado de Malvinas con algunos problemas psicológicos.
De un día para otro sólo le dijo a su madre que viajaba a Tucumán para conseguir trabajo. Pasaron los años, Miguel Ángel no aparecía y nada se sabía de él, incluso lo dieron por muerto. Sin embargo, en febrero pasado comenzó a cambiar su historia.
Después de 30 años, parte de la historia de un hombre al que se creía muerto se empieza a tejer; ya sin sus otros hermanos y sus padres pero de la mano de sus parientes más cercanos y sus camaradas que insistieron en brindarle contención.
Martes, 20 de marzo de 2012
