El doctor Jorge Ojeda explicó el procedimiento de ablación. Desarrolló un orden cronológico de los pasos que se realizaron. En tanto aseguró que él mismo inició la búsqueda en los registros para determinar si la víctima era o no donante, pero no pudo confirmarlo porque no tenía su número de DNI.
El coordinador operativo del Centro Unico Coordinador de Ablaciones e Implantes de Corrientes, doctor Jorge Ojeda, declaró ayer en el marco de la causa donde se investiga la supuesta ablación irregular de los órganos de Eduardo Frutos Ruiz Díaz. Su relato se extendió por seis horas.
La audiencia se realizó ayer a la mañana en el Juzgado de Instrucción N3 ubicado por calle Pellegrini 1058 de esta ciudad. Comenzó a las 8.30 y culminó pasadas las 14.30.
Acompañado de sus abogados Daniel Domínguez Enaín y Nelson Pessoa, Ojeda se explayó y le contó en forma minuciosa al fiscal de Instrucción N6 Gustavo Robineau, todo el procedimiento de ablación desde que se produjo el deceso de Ruiz Díaz en el hospital Escuela.
Según pudo saber El Litoral, el imputado explicó técnicamente los pasos que se siguieron punto por punto y en orden cronológico, refiriéndose a cada una de las disposiciones jurídicas.
Señaló cada uno de los registros donde fueron cargados los datos y agregó que esa información no puede ser alterada una vez que se incorpora al sistema del Incucai y el Cucaicor.
Al ser consultado acerca de si se inició la búsqueda de familiares de la víctima para conocer si era donante, indicó que él mismo ingresó al banco de datos. Rastreo si Ruiz Díaz era donante o no, pero no pudo obtener ese dato ya que el sistema funciona con la incorporación de fecha de nacimiento y número de DNI.
La ronda de testimonios de los médico imputados continuará el miércoles 15 de febrero cuando declare el doctor Walter Pilchik; el 17 lo hará el médico Héctor José María Alvarez; el 21 el doctor Gustavo Schmitd, el 23 el médico porteño Miguel Angel Ciardullo; el 27 el doctor Javier Alinez; el 29 la doctora Mirta Galván y el 2 de marzo comparecerá el profesional Fabián Zone.
Eduardo Frutos Ruiz Díaz de 57 años ingresó el pasado 3 de noviembre al Centro de Atención Primaria de la Salud (Caps) Nº4 de calle República de Venezuela, en el barrio Laguna Seca. Sufrió un pico de presión y lo derivaron al hospital. Al otro día falleció y con la autorización del juez de Instrucción Nº 3, Luis Cochia Breard, el Cucaicor consiguió realizar la ablación de órganos. Tras la operación el cuerpo fue enterrado como NN en el cementerio del barrio Laguna Brava.
Más de diez días después, Jorge Ruiz Díaz, hijo de la víctima, se enteró de lo ocurrido y radicó una denuncia, en la que aseveró, que se robaron los órganos de su padre porque no era donante. Contó que pese a que las autoridades del hospital tenían los datos de identidad del paciente en el libro de registro de la sala de emergencia y la historia clínica, nunca se preocuparon en dar cuenta de la muerte a los familiares.
Martes, 14 de febrero de 2012