El atraco sucedió en horas de la siesta y la víctima recibió un tiro en el hombro pero está fuera de peligro. El dinero estaba destinado al pago de haberes de los empleados de una firma constructora que se halla trabajando en la pavimentación de la Ruta Provincial 40.
Un violento asalto perpetrado por dos sujetos fuertemente armados y que ocultaron sus rostros, ocurrido en Mercedes, dejó como saldo a la víctima con un balazo y el robo de 80 mil pesos en efectivo.
Voceros cercanos del caso indicaron a época que el atraco ocurrió ayer cerca de las 15 cuando Walter Moray Mussio, de 25 años y contador de profesión, se encontraba en la oficina de una empresa constructora, situada en calle General Paz a la altura del 700, que tiene a su cargo la pavimentación de la Ruta Provincial 40 de aquel lugar.
Hasta allí había llegado un rato antes luego de que, en horas de la mañana, retirara la importante suma de dinero de una entidad bancaria local la cual, según trascendió, estaba destinada al pago de los sueldos de los empleados de la firma.
“La idea era pagar a los trabajadores desde de las 18 pero en plena siesta alguien llegó al lugar y golpeó la puerta”, confiaron a este medios allegados a la pesquisa.
Lo cierto es que Moray Mussio creyó que se trataba de alguien de su confianza y se acercó hasta la puerta de entrada.
No se sabe si para entrar o al entrar, uno de los malvivientes disparó un arma de fuego que portaba y el proyectil dio en el hombro de la víctima.
Luego de herirlo, sin ningún cargo de conciencia, los malvivientes lo maniataron de pies y manos y con la oficina liberada y el joven inmovilizado, tomaron el dinero y se lo llevaron.
Al parecer, los asaltantes cubrían sus rostros y utilizaban gorras para ocultar sus identidades y una posible futura identificación visual.
Con botín en mano, los malhechores ganaron la calle y huyeron. Se estima que se movilizaban en una motocicleta o que podrían haber contado con algún vehículo de apoyo, manejado por un tercer cómplice.
Una vez que la víctima vio el lugar despejado y no existía la posibilidad de que aparecieran los delincuentes, dio aviso a la Policía (comisaría Primera) y también al servicio de emergencias médicas. El contador fue llevado hasta el Hospital Zonal “Dr. Camilo Muniagurria” donde le practicaron los primeros auxilios y se determinó que su vida no corría riesgo.
El que no perdiera la conciencia fue fundamental para aportar datos sobre las características físicas de los bandidos, puesto que con esos datos, tras algunas recorridas y patrullajes por la zona, la Fuerza de seguridad logró la demora de un joven de quien tienen sospechas que tendría vinculación con el presente hecho.
Al cierre de esta edición debía prestar declaración y allí se decidiría si quedaba en calidad de detenido o bien salía en libertad por no tener participación en el ilícito.
Jueves, 9 de febrero de 2012
