La Bruja fue lo mejor de la cancha en la victoria del Pincha, que revirtió el resultado de este partido postergado con una magistral definición de Boselli y un cabezazo de Mercado. En Banfield, preocupa el mal rendimiento y la caída en la zona de los promedios.


Casi dos meses y medio después, ya con nuevos cuerpos técnicos, un campeonato definido y la cabeza en otra cosa, Estudiantes y Banfield reanudaron aquel encuentro interrumpido de la fecha 15 del Apertura. El gol que Hernán Rodrigo López marcara aquel 21 de noviembre fue una carga negativa para el Taladro, que lo usó para especular y buscar alguna contra que definiera el partido. Por eso, que el Pincha diera el vuelta el resultado y se quedara con una victoria por 2-1 fue más que justo.

El local salió decidido a presionar y a buscar la rápida igualdad. Con Verón como eje en la mitad de la cancha, y con la banda derecha como lugar predilecto para buscar vulnerar la defensa visitante, los de Azconzábal se mostraron agresivos en la ofensiva, pero con notorias carencias a la hora de dar la puntada final. Ni Mariano González ni Gastón Fernández lograron desequilibrar de modo tal de dejar a Mauro Boselli en posición de gol. Solo las subidas de Gabriel Mercado sugirieron algo de peligro.

Banfield, en tanto, se acomodó bien prolijo en su campo y se dispuso a jugar decididamente de contragolpe. Con Alejandro Barbaro buscando ser incisivo por la punta derecha, más la potencia de López y la movilidad de Diego de Souza, Jorge da Silva se aprestó a buscar conservar la ventaja lograda por el entonces equipo de La Volpe para así sumar de a tres en su debut.

La primera mitad se fue en insinuaciones. Dinámica, movilidad pero nula profundidad fueron factores comunes para ambos equipos. Apenas algunos remates desde media distancia no bastaron para armar unos primeros 39 minutos atractivos. El Taladro era quien imponía condiciones, obligando a Estudiantes a centralizar el juego o a abusar de la búsqueda de un Mercado que, de a ratos, jugó de extremo derecho. Así, el 1-0 se mantuvo inalterable y la falta de goles se condijo con lo que se vio en el campo.



La segunda parte mantuvo la tónica y pasaron pocos minutos para que Da Silva advirtiera que su equipo se estaba defendiendo demasiado cerca de su propio arco y que necesitaba algo de aire arriba. Por eso, cuando ya Azconzábal había decidido atacar con tres puntas, decidió el ingreso de Jorge Achucarro por Barbaro, para darle compañía a López en la ofensiva. Pero la movida le dio dividendos al Vasco, ya que Gastón Fernández aprovechó un error de Dos Santos en la zaga para habilitar a Boselli y este, con una magistral pisada hacia afuera, desairó a Lucchetti y marcó el 1-1.

Pero no se conformó con la igualdad Estudiantes. Con un Verón todavía lúcido y dinámico, siguió buscando y fue por la victoria. Banfield sumó hombres de ataque pero perdió claridad. Solo merodeó la victoria en alguna pelota parada, pero la buena tarde de Albil le cerró el arco. Así, el local comenzó a asediar a Lucchetti y en La Plata había olor a victoria. Una impresionante volea de la Bruja se estrelló en el travesaño, previo desvío en el Laucha, y la bola fue al córner.

De allí derivó un cabezazo de Mercado, que con solo tres minutos por jugar, le dio la victoria a Estudiantes. El tiempo se consumió con el Taladro tratando de reaccionar y con las tribunas del Estadio Ciudad de La Plata delirando de la mano de su ídolo. Azconzábal conservó su invicto y ahora se mantiene expectante de cara a la clasificación a la Sudamericana. En Banfield, en tanto, continúa la preocupación, por la falta de fútbol y por la continuidad de una racha de malos resultados que está llevando al equipo cada vez más cerca de la zona baja de la tabla de los promedios.


Domingo, 5 de febrero de 2012