Antes de la cena de ayer, la población carcelaria puso fin a la medida de fuerza iniciada el lunes. El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Carlos Rubín, se comprometió a analizar las urgencias vinculadas con los beneficios de aquellas personas que ya cumplieron parte de la condena. El gobernador Colombi anunciaría la semana próxima la construcción de la nueva cárcel.
Ayer en el horario de la cena, la población carcelaria puso fin a la medida de fuerza iniciada el lunes. El Superior Tribunal de Justicia se comprometió analizar los casos más urgentes vinculados a los beneficios de aquellas personas que ya cumplieron parte de la condena. El gobernador anunciará la semana próxima la construcción de la nueva cárcel.
La población carcelaria está tranquila tras poner fin a la medida de fuerza.
Luego de cinco días y con las garantías dadas por la Justicia, quien se comprometió a analizar los trámites judiciales que están demorados y que incluyen las salidas transitorias a los que ya cumplieron parte de la condena, ayer en horas de la noche se levantó la huelga de hambre que mantenía en pie unos 140 reclusos de la Unidad Carcelaria Nº 1. La medida de fuerza se inició el pasado lunes luego del violento motín ocurrido el fin de semana que dejó varios heridos, entre ellos el personal penitenciario.
Desde el lunes en el Penal 1 se comenzarán con las nuevas construcciones en las áreas que fueron destrozadas en la revuelta y el gobernador Ricardo Colombi anunciaría la construcción de la nueva cárcel para condenados. Por su parte, Luis Bravo, subsecretario de Gobierno expresó que las imágenes que demuestran las lesiones de los reclusos son de otras épocas (ver recuadro).
Ayer a la mañana, el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Carlos Rubín, quien medió en el conflicto, firmó un acta de compromiso con respecto al petitorio entregado por los reclusos. La Justicia dio las garantías y los internos serán atendidos por médicos oficiales pertenecientes al ministerio de Salud Pública y de la Policía, habrá cese de represión ya que temían una represalia y el ministro Rubín prometió analizar los casos más urgentes vinculados a los beneficios.
En su reunión con Rubín los internos presentaron una nota con los nombres de los que deberían contar con los beneficios. En una nota expresaron los castigos a los que son sometidos, la deficiente atención sanitaria y el incumplimiento de los reglamentos internos y legislación vigente por parte de las autoridades penitenciarias y judiciales.
Ayer los reclusos aguardaban por escrito el compromiso asumido por la Justicia y mientras tanto hasta el horario de la cena el 40 por ciento de la población carcelaria mantenía en pie la huelga de hambre.
Pasadas las 20 y en el horario de la cena, el jefe del Servicio Penitenciario comisario general Miguel Angel Domínguez confirmó a El Litoral que “la huelga se levantó por completo y todo los reclusos retiraron la comida”.
La huelga de hambre se levantó un día antes del fin de semana que incluye las visitas de familiares. “Están tranquilos, reina la paz en el Penal Nº 1 y ahora hay que buscar las soluciones posteriores al conflicto que llevó cinco días”, expresó el comisario Domínguez.
El presidente del STJ, Carlos Rubín se comprometió, tras su encuentro con los encargados de los 11 pabellones solucionar los tres puntos que son mejor desempeño en la parte de atención médica, actualización de los dictámenes de libertad condicional, y un trato más humanitario. “Hay que renovar el vínculo humanitario entre el interno y el agente penitenciario”, dijo ayer a El Litoral el subsecretario de Gobierno Luis Bravo.
Cabe recordar que la medida de fuerza se inició el pasado lunes, luego del motín originado el fin de semana. En los primeros días hubo una adhesión del 100 por ciento, luego algunos por cuestiones de salud fueron levantando la medida. Pasaron cinco días y hasta último momento eran 140 los huelguistas.
Sábado, 21 de enero de 2012