Presidida por el arzobispo Andrés Stanovnik se realizó, en el atrio del templo, una celebración en la que se presentó el retrato de la Patrona de Corrientes donado por el intendente itateño. En su homilía instó a la unidad y solidaridad nacional.
Tal como anticipó El Litoral, a modo de retribución a los peregrinos de San Luis del Palmar, que este año no pudieron dirigirse a Itatí para la fiesta del 16 de julio por la coronación pontificia, se realizó ayer una misa en la que se presentó y bendijo la imagen de la Virgen donada por el intendente itateño, Germán Fernández.
Al comienzo de la ceremonia religiosa, concelebrada por el párroco Epifanio Barrios, Stanovnik bendijo el retrato de la Virgen de Itatí. Una vez finalizada la misa, se entregaron presentes a los jefes comunales, otro para el pastor y la última para el Gobernador, que consistió en una réplica del templo a San Luis, creación de un artista local.
Por su parte, Barrios anunció que el 15 de agosto, Día de la Asunción de la Virgen María y comienzo de la novena de San Luis, la imagen del patrono, así como la que fue donada ayer por el intendente de Itatí, estarán en el atrio del templo para darle la bendición a los peregrinos, jinetes y sus carros.
Mensaje
Al iniciar la homilía, Stanovnik pronunció: “Nos reunimos esta tarde para celebrar la santa misa, para recobrar fuerzas y perseverar en el combate contra el mal y contra todo aquello que nos daña como personas y como cristianos, así como lo hizo de un modo ejemplar San Luis, rey de Francia, patrono de este pueblo profundamente creyente y peregrino”.
Tras lo cual saludó a las autoridades presentes, como el intendente local, Ricardo Valenzuela, y su par de Itatí, así como al diputado nacional Jorge Romero; también participó al gobernador, Gustavo Valdés, quien no pudo estar.
A continuación, prosiguió hablando y destacó que en “otros años para esta fecha estarían ustedes regresando de la tradicional peregrinación a Itatí, felices y consolados por haber podido estar a los pies de la Virgen”, lo cual no pudo efectuarse este año por la pandemia del coronavirus. El arzobispo también reflexionó: “¡Qué bien nos hacía depositar la mirada en su imagen y sentir la ternura y cercanía de Dios! Hoy nos duele no poder hacerlo. Es más, algunos seguramente sentían una fuerte rebelión interior y mucha resistencia de aceptar que esta vez no era recomendable ponerse en camino a la casa de la Virgen”, reconoció.
Por otro lado, invitó a dar gracias “por el gesto del encuentro de los dos pueblos que hoy nos regalan la Virgen de Itatí y San Luis rey de Francia. Es un don y una tarea, que suplicamos para nuestros pueblos y, de un modo muy especial, para nuestro pueblo argentino que transita en medio de rivalidades y desentendimientos, para que nuestros santos nos cuiden de la cizaña, nos inspiren el deseo de hacer lo que Dios quiere, y sostengan la voluntad de trabajar por la unión, la fraternidad y la solidaridad, sobre todo hacia aquellos que más sufren las consecuencias de covid-19”.
En el final de su mensaje, recordó “a todos los que nos cuidan en la pandemia, a los enfermos y a sus familiares, para que unidos a Jesús seamos una ofrenda agradable a Dios nuestro Padre, mientras le suplicamos a Nuestra Señora de Itatí y a San Luis Rey de Francia que nos libren pronto del covid y bendigan el encuentro de nuestros pueblos con el don de la unidad, del progreso para todos y de la paz”.
Domingo, 19 de julio de 2020