Luego del fin de semana, el río se muestra unos diez centímetros más arriba. Los pronósticos hablan de un nuevo pico.Por la creciente registrada por el fenómeno de El Niño en los últimos meses todavía hay familias afectadas.
Semanas atrás, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) advertía al Municipio de Corrientes sobre el comportamiento actual del río. Aludían que las observaciones llegaban a la conclusión de que la creciente del río Paraná tenía un comportamiento similar al registrado durante los años 1982 y 1983, cuando el cauce fluvial alcanzó su máximo en febrero y generó las inundaciones más grave de la historia. Durante la primera quincena del mes tales pronósticos parecían lejos de cumplirse, ya que sólo se registraban bajantes. Sin embargo, después de un mes de descensos este fin de semana se registró un aumento de unos 10 centímetros.
Al cierre de esta edición el valor que registraba el gráfico de alturas de los ríos de Prefectura Naval Argentina indicaba que en el puerto de Corrientes el nivel llegaba a 5 metros y 97 centímetros. Pese a que el incremento no sea lo suficientemente alarmante -considerando que al 10 de enero el río marcaba 7 metros y 47 centímetros-, se insta a no desestimar esta variación.
El informe de la EBY revelaba que las aguas alcanzarían un nuevo pico de crecida entre mediados y finales de febrero. Y agrega que desde diciembre el Paraná se ha comportado como en la crecida extraordinaria del período 1982-1983, cuando el río alcanzó los 9 metros a la altura de Corrientes. También asimiló el comportamiento con la creciente de otro período trascendental como fue el de 1997-1998 y alude que el comportamiento de estos últimos meses quedan dentro de los tres más intensos desde 1950.
La EBY resaltó: “Hay una tendencia hacia la permanencia dentro de lo que se considera un “Niño” de características intensas para los próximos meses y muy altas probabilidades que continúe en dicha condición durante el próximo verano austral, con una transición que lo lleve a un estado neutro recién a partir de comienzos del invierno austral de 2016”.
Y agregaba: “Lo verificado en el último trimestre de 2015 y lo que va de 2016 debería considerarse como un indicador que sugiere un fuerte llamado a la atención de cara al resto del año, sobre todo considerando lo sucedido durante los años 1983 y 1998, signados por crecientes de gran magnitud y duración”.s
Martes, 16 de febrero de 2016